La Holyhead Secondary School, que es la escuela de Birmingham que se ha lanzado a este experimento educativo, advierte de que los alumnos que se crean que se trata de pasar el tiempo en clase jugando con videojuegos resultarán decepcionados.
Los responsables de este colegio sostienen, sin embargo, que "una consola es como un mini-ordenador, pero más rápido, y puedes utilizar lecciones específicamente preparadas para alumnos que necesitan apoyo".
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